Posteado por: bertus rai | 1 agosto, 2012

Las Gaviotas in my mind

Pasó un año y la playa sigue cerrada, a los cretinos incompetentes responsables se la trae al pairo que el tiempo pase. ¡Hay cosas mas importantes dirán!…, ¡Con la que está cayendo!…,  no dan para más. Me asomé al mirador para ver la playa y ahí estaba imponente, con algunos afortunados que se la juegan para llegar hasta allí, multas, retirada de vehículos por la grúa,… Sin duda fieles a un lugar que les hace libres y dueños de su tiempo.

Parece que va a darse una solución si la crisis lo permite, ahora lo peor que puede pasar es que los presupuestos asignados no lleguen nunca porque las arcas públicas hacen eco y si hasta los políticos y el Rey se rebajan el sueldo…, ¿Cómo van a gastarse los dineros en una playa para cuatro hippies?. A la suma de despropósitos de un gobierno vacilante socialista le ha seguido el de un gobierno conservador que está disfrutando de una obscena mayoría absoluta que solo ve la salida de la crisis desde una perspectiva estrictamente conservadora y continuista de la economía neoliberal que nos ha traído hasta aquí. Pero bueno, hablar de política en general es tan inútil como querer entender porqué Andreita no se comía el pollo y el nivel de la política y de los políticos está en su cota mas baja desde las Cortes de Franco.

Pero a lo que iba, como la canción, las Gaviotas sigue en mi pensamiento un año después, con la misma añoranza pero con una mejor asimilación de la situación. Han pasado muchas cosas en estos doce meses y mi resignación es un hecho, no me duele tanto como el pasado verano porque he sabido prepararme para ese vacío en mi estatus vacacional. Ellos, los vigilantes de la ley, esbirros de una burocracia inoperante, han puesto planchas de metal tras la verja que cierra el acceso a la playa para evitar que los pocos valientes que pasan lo tengan fácil. Lo mismo da, parecen tontos o no conocen la historia de esta playa y de las sucesivas generaciones que la han usado. Cuando adolescentes sus usuarios se han acercado allí de cualquier manera, en guagua y caminando, haciendo dedo cuando eran tiempos para ello,…, ahora, a pesar de todo todavía llegan, solo unos pocos, unos elegidos, unos afortunados que se aman o comparten momentos únicos allí y  que me han hecho entender que las decisiones de unos cretinos no nos arrebataran nunca nuestra playa, porque ella nunca nos abandonó, siempre ha estado allí, en nuestros recuerdos, en ese rincón de la costa de Anaga  donde nos está esperando. Porque vamos a volver, puede que no sea igual, las cosas siempre cambian un poco con el tiempo, como nosotros, pero vamos a volver, nos tumbaremos desnudos sobre su arena  y el universo volverá a recomponerse, “Las Gaviotas seguirán por siempre en mi mente como una vieja y dulce canción”.

http://youtu.be/uR0_CnwqAQ0


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